sábado, 11 de febrero de 2017

Transparencia y rendición de cuentas.

Transparencia y ciudadanía*.
Por: Carlos Eduardo Torres Muñoz.


A los Senadores zacatecanos en funciones: Carlos Puente Salas, José Marco Antonio Olvera Acevedo y Héctor Adrián Menchaca Medrano: les solicitamos su respaldo, impulso y voto a favor de la #Ley3de3.

La transparencia es el tema de agenda en las últimas semanas en nuestro país. La connotación es evidentemente política y de victoria ciudadana frente a la decepción y pésima imagen que mantiene la clase gobernante en el país. Es, desde luego y los antecedentes en México así lo demuestran, un triunfo de la sociedad civil, distinguiéndola de la partidista, sobre quiénes ejercen la función estatal. Sin embargo, nos hemos fijado poco en el reto inmediato que tenemos una vez logrado ampliar este derecho: ejercerlo con responsabilidad, como herramienta de rendición de cuentas, de combate a la corrupción, de vigilancia y control de quiénes administran el erario desde cualquier poder público.

El próximo cinco de mayo, inicia la vigencia plena de la nueva Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que sistematiza, homologa y organiza las obligaciones en la materia en todo la República. Ésta ley será ya de observancia general, aún para las entidades, que como en el caso de Zacatecas, no han armonizado sus respectivas leyes en la materia.

Entre las novedades que contiene esta legislación se encuentra el evidente aumento de obligaciones para los sujetos obligados, entendiendo por éstos a los tres poderes (tanto de  nivel estatal como federal), municipios, organismos públicos autónomos, sindicatos, fideicomisos, partidos políticos, universidades, y todas aquellas personas físicas y morales que ejerzan algún tipo de recurso público. 

Serán cuarenta y ocho nuevas obligaciones comunes, más las específicas para cada uno de dichos sujetos obligados en lo particular.

Ello en concordancia con el planteamiento, que según José Antonio Aguilar Rivera (en Transparencia y democracia: claves para un concierto), se entiende cada vez más por transparencia, apertura activa,donde los gobiernos no sólo permiten la observación de los ciudadanos sobre sus actividades, sino que también divulgan de manera proactiva la información que poseen y producen en ejercicio de sus funciones.

Se ha logrado ampliar y con creces este derecho para los mexicanos. Ahora, el reto está representado en su ejercicio pleno. Pues como lo señala Mauricio Merino (citado por el mismo Aguilar Rivera en el documento antes mencionado) no basta el compromiso ético de los funcionarios con la rendición de cuentas, sino que es necesaria la construcción de reglas del juego que auspicien y garanticen el proceso de apertura de la información y la garantía de que, efectivamente, se cumplan. Pero también es indispensable, del otro lado, que los ciudadanos no solamente obtengan el derecho de acceso a la información, sino que además la utilicen cada vez más para fortalecer las vías de participación y el control democrático del poder.

Ahí se encuentra nuestro reto actual, conciencia y acción cívica, desde la cancha ciudadana para que la información nos sirva objetivamente, para que la transparencia se convierta en una herramienta efectiva contra la corrupción, la incompetencia, impunidad y el abuso del poder, más que como un derecho estático, dado para su contemplación abstracta y su observación pasiva.

Finalmente y volviendo a Aguilar Rivera, “en la democracia siempre será necesario que los individuos se preocupen por invertir tiempo y energía mental en mantenerse informados  sobre la marcha de los asuntos públicos”.

La transparencia, en efecto, sirve a la rendición de cuentas, pero sólo dándole un uso activo, aquí, los medios de comunicación, a través del periodismo de investigación, tendrán importantes insumos para servir a la ciudadanía en la constante vigilancia, como aduanas de la confianza y credibilidad de los funcionarios, políticos y servidores públicos, en general.

La oportunidad de elevar nuestro nivel de impacto a partir de nuestro rol de ciudadanos, se encuentra hoy en la información, que a través de dinámicas institucionales, como la transparencia, el gobierno abierto y el acceso a la información pública, se puede obtener, y con ella, establecer demandas claras, con responsabilidad y sustancia.

Por cierto, no voltearé hacia otro lado: los Senadores (del partido que sean) deben respetar la voz y firma de más de 630 mil ciudadanos, para discutir la iniciativa ciudadana de Ley General de Responsabilidades de los Servidores Públicos, conocida como Ley tres de tres. Insisto: ¡La tres de tres va!

@CarlosETorres_

*Publicado por La Jornada Zacatecas

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