Podemos Cambiar
Aguascalientes / Laicidad en Aguascalientes, contextos a considerar*
Por: Carlos Eduardo
Torres Muñoz
In memoriam a Valeria
Campos, libertad sin prejuicios.
Al momento en que el lector tenga en sus
manos la presente participación editorial de Podemos Cambiar se habrá cumplido
una semana de que tuvo lugar una marcha “a favor de la vida”, y que, dados sus
resultados raquíticos se arremetió en voz del Obispo con la autoridad moral
(que no es autoridad en sí) que le da la fe de miles de feligreses
aguascalentenses contra el Congreso del Estado.
El Obispo apuntaló una postura que
corresponde oficialmente a la estructura burocrática que encabeza, que desde
hace casi 20 siglos se ha autoasignado la tarea de profesar su versión de la fe
contenida en lo que es conocido como el Nuevo Evangelio, misma que cada día
identifica a menos personas alrededor del mundo.
Lo hizo en medio de un contexto poco claro y
de una rumorología intensa respecto a la recién anunciada renuncia de su
Autoridad (de él sí) Superior (en este mundo): El Papa Benedicto XVI.
De acuerdo con datos duros, la Iglesia
Católica ha venido perdiendo porcentajes importantes de sus creyentes en el
mundo, sufriendo su deserción mayor en el viejo continente, cuna misma de dicha
religión. Su último bastión continúa siendo América Latina, en particular Brasil
y México, que ocupan el primero y segundo lugares a nivel mundial en número de
católicos.
Su recia negativa a modificar sus posturas
(que son suyas pues en el texto antes mencionado no hay una mención directa ni
estricta respecto a muchos temas, quizá respecto a todo, pues ahí todo es
metáfora) en temas como los derechos reproductivos y sexuales, equidad de
género y orden económico ha hecho de sus dogmas morales ideas cada día más
lejanas a la realidad que viven los jóvenes y la propia población en general en
pleno siglo XXI.
No sólo es el contexto de lejanía cotidiana y
empírica de su doctrina con la vida lo que nos lleva a criticar la postura
francamente intervencionista del Obispo, sino el propio carácter del laicidad
del Estado Mexicano, cuya formación histórica ha dejado muchos episodios de
franca intromisión nada presumible de la Jerarquía Eclesiástica en torno a
luchas por libertad y derechos por parte del pueblo mexicano.
La actitud de la Cúpula Católica en
Aguascalientes no debe extrañarnos, decíamos, en la historia de México en
general se han opuesto sistemáticamente a la conquista de derechos sociales y
civiles. Desde Gómez Farías hasta las reformas en materia de derechos humanos
(léase civiles, sexuales y reproductivos) que se han hecho en el Distrito
Federal, su oposición ha sido constante, bajo muy excepcionales casos, la
Iglesia Católica no ha sido aliada de las causas sociales, sino más bien de
mantener el statu quo o abiertamente de retroceso.
En general Podemos Cambiar se manifiesta a
favor de la libertad de expresión y del uso de éste derecho de parte de la
sociedad civil organizada. Sin embargo, el Obispo no tiene una representación
sino de una expresión moral que como tal es respetable, pero cuya primera
obligación es la de respeto a los derechos y valores del resto de la población.
Recientemente universitarios, académicos y
ciudadanos de distintos países han redactado y firmado la Declaración Universal
de la Laicidad en el Siglo XXI, que en su artículo 4, define la Laicidad como
la armonización en diversas coyunturas socio-históricas y geopolíticas, de tres
principios: respeto a la libertad de conciencia y a su práctica individual y
colectiva; autonomía de lo político y la sociedad civil frente a las normas
religiosas y filosóficas particulares; no discriminación directa o indirecta
hacia seres humanos.
Podemos Cambiar es una Asociación que ha
decidido participar en la agenda pública local y con clara tendencia
progresista, ratifica estos principios y además exhorta a los actores civiles,
políticos, económicos y sociales a observarlos a fin de que avancemos unidos
aún en la diversidad que cada día es más patente, frente al contexto
maravilloso de pluralización de ideas y
su convivencia que ha traído consigo la modernidad.
Reclamamos que el discurso a favor del
derecho a la vida no sea utilizado por algunas expresiones para agredir la
dignidad que es el elemento más importante de dicho derecho. Hoy, insistimos,
debemos preocuparnos por garantizar mejores condiciones de vida, puesto que
esto mismo nos dará como resultado un respeto inherente a la existencia de los
seres humanos y su mejor desarrollo en todos los ámbitos.
*Publicado en La Jornada Aguascalientes en su
edición del día 24 de febrero de 2013.
http://www.lja.mx/2013/02/podemos-cambiar-aguascalientes-laicidad-en-aguascalientes-contextos-a-considerar/
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